El ser

-Hace poco más de una semana, se dieron las condiciones extraordinarias para que probara un experimento que llevaba preparando desde hacía años. En mis papeles están explicadas todas.

Como según mis cálculos no contaba, ni podría jamás contar, con la suficiente energía cómo para abrir una puerta dimensional, esperé a que las energías del espacio me ayudaran. A pesar de todo seguían siendo totalmente insuficientes para conseguir que, un mismo espacio tiempo de esta dimensión, y el mismo espacio tiempo de otra que ocupara el mismo momento, se juntaran; decidí que lo mejor era empezar intentando mandar simplemente un mensaje. Era una opción posible aunque con todos los números para que no sirviera para nada. Primero tendría que funcionar, segundo tendría que ser captada por otra civilización, tercero tendría que ser una civilización inteligente y cuarto, que tuvieran alguna máquina capaz de captar señales del espacio tiempo de una civilización paralela.

Pero sirvió ¡Ya lo creo que sirvió! En el laboratorio se abrió una puerta temporal y un ser apareció. Al principio me quedé horrorizado, era mucho esperar que un ser de otro mundo, y todavía más, de otra realidad en una dimensión paralela, fuera igual que nosotros. Fue el ser más repugnante que podríais pensar.

Y conseguimos comunicar. Desde entonces se puede decir que nos hemos hecho amigos, cómo comprenderéis no hablamos de mujeres ni de partidas de cartas, ni tan siquiera de cerveza, nuestras conversaciones rondan siempre en torno a la ciencia y el modo de vida de cada uno de los mundos. Yo he mentido, lo confieso, le he dicho muchas cosas buenas de este planeta, pero he callado la podredumbre que nos asola.

Lamentablemente no puede quedarse un tiempo excesivo, cómo mucho ronda un par de horas. Este mundo podría matarlo rápidamente. Viene enfundado en un traje que le permite vivir sin que el oxigeno, que es su principal enemigo, le llegue a su cuerpo. El traje se le pega a las partes descubiertas, cómo la cabeza, las piernas, los brazos y las manos. El resto es una especie de traje plateado; que me recuerda en cierta medida al de los electricistas por llevar también un gran número de pequeños aparatos que le sirven para multitud de cosas. Entre ellos me dejó una especie de buscador que emite una señal que es captada por el. Con ella le indico que estoy dispuesto a recibirlo y no perdemos el tiempo en esperas.

Él ha aprendido mucho de nosotros, y yo apenas logro comprender la enorme cantidad de conocimientos que esta civilización posee.

El pasado jueves me preguntó cual era el motivo de que el resto de personas que había visto en las películas que le he mostrado, fueran con dos piernas y yo, sin embargo, tenía que ir montado en una silla de ruedas. Se lo expliqué y él me propuso traer una máquina que escaneara mi cuerpo y viera cual podía ser la posible solución. Yo le expliqué perfectamente cual era el motivo de mi parálisis parcial. Ayer lo trajo y vi perfectamente en una imagen tridimensional todos mis huesos, nervios, músculos, venas y arterias. Un pequeño aparato que traerá esta noche conseguirá ponerme en su sitio los huesos, arterias, nervios, vasos sanguíneos, etc... sin ninguna consecuencia peligrosa para mi. El único problema es, que será algo doloroso, pero solo durará menos de 15 minutos. Por ello me ha pedido permiso para “desconectarme” las sensaciones dolorosas y yo se lo he dado.

Ya tengo pensado lo que vamos a decir cuando nos pregunten por mi recuperación. Tendré que estar aproximadamente una semana encerrado en casa, para que sea el tiempo mínimo que pueda durar un viaje a Asia, la operación, un par de días de recuperación y la vuelta. Luego es ya cuestión de hacerme el dolorido durante una temporada.

También me ha dicho que el mismo aparato destruirá parte de los productos nocivos acumulados y regenerará en parte un gran puñado de células, con lo que podré rejuvenecer entre diez y quince años terrestres. ¡Y bien!, ¿Qué me decís amigos?