Pero la conversación la continua Madaleno que quiere aprovechar la visita de Perogrullo al pueblo, se acerca a él y le pregunta bajito para que no lo oiga el Padre Vicente.

-Perogrullo, me gustaría que me contestaras a esta pregunta que me hago. Si cada vez sacan más leyes para ayudarnos a los pobres, reparten dinero a manos llenas y nos dan más libertades.
¿Por que cada dia vivimos peor y somos menos libre y más pobres?
Y Perogrullo contesta alzando la voz.

Es sencillo Madaleno...¡somos idiotas! No te das cuenta de que hay partidos que necesitan gente pobre y resentida contra los que viven mejor, para vivir ellos a su costa. Nunca te dejarán progresar atontado.

-Estoy de acuerdo contigo Perogrullo -le dice Eleno que ha salido de la barra para entrar en la conversación- y me gustaría que me dijeras si tú crees que es posible que, en este mundo actual de locos, ¿los cuerdos terminarán en la cárcel o el manicomio?
-Por supuesto que si Eleno, no solamente posible, mira las noticias y verás como ya está pasando. Vivimos en un despropósito.
Eleno se rasca un poco la cabeza, se toma un par de tragos de su cerveza y alzando la voz pregunta.
-¿Alguien coincide conmigo en que los animales son cada día más listos y el ser humano más zoquete?
Y los concurrentes al bar, alzando la mano contestan al unisono...¡YO!
Y Eleno que hoy está inspirado le dice al padre Vicente.
-¿Por qué nuestra cultura está pudriéndose Padre Vicente?

-Sencillo -le contesta-, amigo Eleno, somos ya demasiados y Dios no puede atender a tantos.
Con las pocas veces que Eleno es capaz de contar chistes o anecdotas, la concurrencia del bar no desaprovecha la ocasión y apluden a Eleno, que sale de la barra y se acerca a Perogrullo.
-¿Cómo ves nuestro futuro Perogrullo? -le pregunta.
Perogrullo pone los codos en la mesa e invita con un gesto a que se siente y lo acompañe.
-Muy mal Eleno, veo un futuro con una gran cantidad de ancianas histéricas, solas y defraudadas con su pasado.
-¿Y los hombres?
-Menos cantidad por qué morimos antes, pero resentidos, asqueados y abandonados.