La carne
Codillo a la miel

Ingredientes:
  • 2 codillos frescos
  • sal
  • pimienta
  • 1 puerro
  • 1 cebolla
  • 1 tomate
  • 1 tacita de aceite
  • 1 tacita de Pedro Ximénez
  • agua
  • pimentón
  • miel
Preparación:
  1. En la olla exprés se pone el aceite, se doran los codillos, que previamente se habrán sazonado con sal y pimienta.
  2. Se añaden las verduras, se sofríen un poco, y se añade el pimentón.
  3. Inmediatamente se pone el agua y la tacita de Pedro Ximénez.
  4. El agua tiene que cubrir los codillos.
  5. Se tapa la olla, y que hierva entre 30 y 45 minutos, teniendo cuidado que no se deshagan los codillos.
  6. Tienen que quedar tiernos.
  7. Una vez cocidos, se sacan de la olla y se pintan con miel.
  8. Se ponen al horno para que queden dorados.
  9. Las verduras que se han cocido en la olla, se trituran y se pone la salsa por encima de los codillos a la hora de servirlos.
  10. Se pueden acompañar con patatas al horno o con manzanas, y se pueden añadir unas pasas para decorar la bandeja donde se sirven.
  11. Este es un plato que no resulta muy caro y queda espectacular cuando lo sirves.
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El mercado de la "escuraeta"

Este mercado cuya antigüedad se remonta a los tiempos de cristianización de la ciudad (siglos XIIII-XIV) era el lugar donde los aprendices del oficio de alfareros exponían sus cacharros para demostrar su habilidad y destreza y así ser admitidos en el Gremio alfarero.

Es un mercado cuyo principal producto de venta es material de loza, cerámica y barro cocido para el hogar.

Desde los pueblos de los alrededores de la ciudad venían al mercado a la compra de este tipo de artículos.

Uno de los productos más tradicionales es la conocida como Campanita de la Virgen, consistente en una pequeña campana de barro cocido, con el yugo pintado de rojo.

A los pies del Miguelete y a la entrada de la Catedral, es el lugar privilegiado para visitar este pequeño mercado y disfrutar del entorno en cualquiera de sus múltiples establecimientos hosteleros.

...y siempre hay algún gracioso que, aunque esté cerrado, le gusta provocar una sonrisa en los paseantes.