• 2 kg de habas
• 6 alcachofas
• 2 tomates maduros
• 3 cebollas
• 1 rebanada de pan
• 1 diente de ajo
• 1 ramito de perejil
• una cucharada de piñones o de almendras tostadas

1. Se desgranan las habas y se ponen a cocer durante diez minutos.
2. Se escurren y se reservan.
3. Se cortan las cebollas a gajos, se rallan los tomates, y se limpian las alcachofas quitando las hojas de fuera, y se parten a cuartos.
4. En una sartén con aceite de oliva, se fríe la rebanada de pan y se reserva.
5. En el mismo aceite se fríe el ajo, la cebolla y el tomate rallado.
6. En una cazuela de barro ponemos las habas escurridas, y vertemos sobre ellas el sofrito de ajo, cebolla y tomate, se añaden las alcachofas y añadimos un poco de agua.
7. Probamos de sal.
8. En un mortero picamos el pan frito, los piñones o almendras y el perejil, añadiendo un poco de caldo de la cocción, y vertemos el majado en la cazuela.
9. La cazuela con todos los ingredientes, debe cocer entre 30 y 40 minutos, hasta que las alcachofas estén blandas.

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https://www.comarcarural.com Comunidad Valenciana.

El primer libro impreso de España fué en Valenciano; Se trata de "Les trobes en lahors de la Verge Maria" (Las trobas en honor de la Virgen María).

Es el primer incunable ibérico. Publicado en Valencia en el año 1474 y escrito en Lengua Valenciana, en la primera imprenta de España por el maestro impresor Lamberto Palmart, ubicada junto al Portal de la Valldigna.

Es una obra poética colectiva que cuenta con la participación de numerosos autores, como Joan Roiç de Corella, Bernat Fenollar, Francesc de Castellví, Lluís Alcanyís, Narcís Vinyoles, Miquel Péreç o Jaume Roig entre otros muchos ilustres autores.

No está de más que, las recetas estupendas que nos remiten de vez en cuando, las pongamos para que las degusten.

Recetas para adornar el buen comer con un apetitoso pan recien salido del horno, o simplemente una salsa, aliños, helados, sorbetes... aquí tiene una buena colección que iremos ampliando.

Somos lo que comemos. En lineas generales, lo mejor es comer de todo, basta con mirarnos la dentadura para ver lo que el cuerpo nos demanda.