Los bizcochos
Tonya, Toña

Ingredientes:
  • - 6 huevos
  • - 300 gr. de azúcar
  • - 200 cl. De aceite de oliva
  • - Un limón rallado
  • - 80 gr. de levadura fresca de panadería (Si usamos levadura instantánea, 45 gramos)
  • - 1 Kg de harina de fuerza
  •  - 200 centimetros cúbicos de leche (Un vaso de agua)
  • - Una yema de huevo mezclada con un poco de leche
  • - Azúcar glas.
Preparación:
  1. Disolveremos la levadura con la leche templada y añadiremos a la harina en un bol adecuado.
  2. Mezclaremos bien.
  3. Agregaremos seguidamente los huevos, el aceite, el azúcar y la ralladura de limón y amasaremos un rato, hasta obtener una masa lisa y uniforme.
  4. Dejaremos reposar en lugar templado hasta que doble el volumen.
  5. Una vez que ha doblado el volumen formaremos una o dos tortas, colocaremos sobre placa de horno engrasada, pintaremos con yema de huevo mezclada con leche, dejaremos reposar 15 minutos y hornearemos.
  6. Se cuecen en el horno, a 150º durante unos 20/ 25 minutos dependiendo del tamaño.
  7. Tres minutos antes de finalizar la cocción, pintaremos de nuevo con la yema de huevo mezclada con leche y espolvorearemos con el azúcar glas.
  8. Se vuelven a meter al horno y se termina la cocción.
Relacionados

https://www.comarcarural.com Comunidad Valenciana.

La torre de Santa Catalina no tenía escalera?

     
La construcción de la torres de Santa Catalina, cuya primera piedra se puso el 12 de agosto de 1688, quedó paralizada por un curioso pleito.

Juan Bautista Viñes, arquitecto de la obra, no construyó ninguna escalera interior de subida a la misma, y justificaba esa omisión alegando que no se hacía constar en el contrato la construcción de ninguna escalera.


El fanatismo y la incultura llevan a extremos como estos que podemos leer en Vikipedia

En 1936 la iglesia fue asaltada por milicianos republicanos e incendiada, arruinándola completamente. En la década de 1950, se llevaron a cabo obras de repristinación, para devolverle su fisonomía gótica original, para lo cual se despojó a los muros de los restos de decoración barroca y neoclásica.

¡Cuántos libros, cuánta arte, cuánta historia habrán desaparecido por salvajes que no han sabido separar sus ideas políticas o religiosas de la cultura!