• - 4 manojillos de ajos tiernos
• - 6 huevos.
• - Aceite de oliva.
• - Pimienta molida.
• - Sal

1. Primero pelamos los ajos del telillo seco exterior y les quitamos las barbadas y la puntita de las hojas verdes (poco).
2. Los cortamos a trocitos de unos 3 centímetros, y si las cabezas son algo gruesas, se cortan longitudinalmente en 2 o en 4 trozos.
3. Calentamos en una sartén un poco de aceite a fuego lento, y ponemos a freir los ajos salpimentándolos al gusto.
4. Se deben freir lentamente, removiéndolos de cuando en cuando y procurando siempre no quemarlos.
5. Cuando estén, se sacan y se escurren del exceso de aceite.
6. Batimos los huevos en un bol procurando levantarlos lo más posible para que quede mas jugosa la tortilla, y cuando estén a punto se añaden los ajos y se remueve todo.
7. Volvemos a poner la sartén al fuego moderado con unas gotas del aceite de fritura de los ajos, y volcamos el revuelto de ajos y huevo, y dejamos que cuaje adecuadamente antes de darle la vuelta con ayuda de un plato para hacerla bien redonda y dorada por ambas partes.
8. Se sirve bien caliente, y es deliciosa como plato, entre pan como bocadillo o como acompañamiento de cualquier otro plato.

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https://www.comarcarural.com Comunidad Valenciana.

El primer libro impreso de España fué en Valenciano; Se trata de "Les trobes en lahors de la Verge Maria" (Las trobas en honor de la Virgen María).

Es el primer incunable ibérico. Publicado en Valencia en el año 1474 y escrito en Lengua Valenciana, en la primera imprenta de España por el maestro impresor Lamberto Palmart, ubicada junto al Portal de la Valldigna.

Es una obra poética colectiva que cuenta con la participación de numerosos autores, como Joan Roiç de Corella, Bernat Fenollar, Francesc de Castellví, Lluís Alcanyís, Narcís Vinyoles, Miquel Péreç o Jaume Roig entre otros muchos ilustres autores.

No está de más que, las recetas estupendas que nos remiten de vez en cuando, las pongamos para que las degusten.

Recetas para adornar el buen comer con un apetitoso pan recien salido del horno, o simplemente una salsa, aliños, helados, sorbetes... aquí tiene una buena colección que iremos ampliando.

Somos lo que comemos. En lineas generales, lo mejor es comer de todo, basta con mirarnos la dentadura para ver lo que el cuerpo nos demanda.