• - 1 Vaso de aceite de oliva.
• - 1 Vaso de anís seco (cazalla)
• - Medio vaso de azúcar.
• - Harina.

1. En un bol, mezclamos el aceite, el anís y el azúcar, removemos y sin parar de hacerlo, añadimos poco a poco harina hasta conseguir una masa homogénea y elástica, que colocaremos sobre una tabla o mesa enharinada y trabajaremos hasta que esté en su punto.
2. Luego la extenderemos con un rodillo y la dividiremos en porciones que trabajaremos individualmente dándoles forma de cilindros largos, que cerraremos formando rollitos.
3. Iremos colocándolos sobre una llanda o bandeja de horno engrasada, y luego la colocaremos en el horno a temperatura media hasta que estén doradas.
4. Cuando las saquemos del horno, aún calientes, espolvorearemos sobre ellas abundante azúcar y esperaremos a que se enfríen antes de servir.
5. Guardadas en un bote de vidrio hermético, duran bastantes días en perfectas condiciones de sabor y textura.

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