La carne
Mandonguilles amb tomaca, albóndigas con tomate

Típicas del Camp de Morvedre, unas estupendas y sencillas albóndigas que tanto nos servirán como delicioso plato como de tapa caliente o fría.

Ingredientes:
  • - 1 Kilo de carne de cerdo picada.
  • - 6 tomates maduros medianos.
  • - 1 cebolla mediana.
  • - 250 gramos de harina.
  • - 1 hoja de laurel.
  • - 1 vaso de vino blanco o de brandi (al gusto)
  • - 50 gramos de piñones.
  • - Canela molida.
  • - Aceite de oliva.
  • - Sal.
Preparación:
  1. Primero que nada, elaboraremos las albóndigas, para lo que tomamos un bol adecuado y ponemos en él la carne picada, los piñones, la canela al gusto, y amasamos con las manos hasta obtener una mezcla homogénea.
  2. A continuación, con la ayuda de una cucharilla de postre, amasaremos pequeñas albóndigas, que se irán pasando por harina.
  3. Mientras, se irá calentando el aceite en una cazuela de barro, y cuando estén enharinadas las albóndigas las iremos friendo hasta dorarlas, cuando las sacaremos y reservaremos.
  4. Cuando acabemos, y en la misma cazuela, sofreiremos la cebolla picada y los tomates triturados, hasta que empiecen a tener la textura de un sofrito, y a continuación añadimos las albóndigas a la cazuela, un vasito de agua, el vasito de vino blanco o brandi y la hoja de laurel. 
  5. Cuando la salsa empiece a espesarse pasados uno pocos minutos, ya está listo.
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El mercado de la "escuraeta"

Este mercado cuya antigüedad se remonta a los tiempos de cristianización de la ciudad (siglos XIIII-XIV) era el lugar donde los aprendices del oficio de alfareros exponían sus cacharros para demostrar su habilidad y destreza y así ser admitidos en el Gremio alfarero.

Es un mercado cuyo principal producto de venta es material de loza, cerámica y barro cocido para el hogar.

Desde los pueblos de los alrededores de la ciudad venían al mercado a la compra de este tipo de artículos.

Uno de los productos más tradicionales es la conocida como Campanita de la Virgen, consistente en una pequeña campana de barro cocido, con el yugo pintado de rojo.

A los pies del Miguelete y a la entrada de la Catedral, es el lugar privilegiado para visitar este pequeño mercado y disfrutar del entorno en cualquiera de sus múltiples establecimientos hosteleros.

...y siempre hay algún gracioso que, aunque esté cerrado, le gusta provocar una sonrisa en los paseantes.