El plátano llamando también banana, es el fruto de una planta de la familia de las musáceas (Musa Paradisiaca) es la fruta tropical de la que se hace mayor comercio en el mundo entero. De esta planta todo tiene utilidad, no solo alimenticia por su fruto, sino también industrial por su aprovechamiento de las hojas, tronco y fibras para distintos fines.

Es un árbol de tres o cuatro y aún más metros de altura que se desarrolla en los trópicos y en España en las Islas Canarias. En Brasil se la denomina "El árbol del pan".

El gran Plinio el Viejo habla del plátano: Como que "la Musa que anda en el paraíso, está detrás del árbol aquel que los sabios comen"; de ahí derivó el nombre científico de "Musa Paradisiaca", que equivale a decir: Musa sapientum, de la sabiduría.

El cultivo del plátano es de mucho rendimiento. La planta proporciona tres cosechas al año. Dado el poco espacio que ocupa y la calidad nutritiva de su fruto, constituye una gran fuente de valiosos principios nutritivos.

El plátano verde en completamente indigesto, indigerible, por ser ácido y un no estar dextrinizado su almidón. Este almidón crudo, como el de los cereales, estriñe y congestiona los órganos de la digestión y los entorpece; por lo tanto, no deben comerse verdes, sino maduros, bien maduros... "pero no pasados".

Este fruto tiene la particularidad de pasar al estado de madurez bajo el lento proceso de los rayos caloríficos del sol y de la acción oxigenadora del aire, y su composición es transformada; el almidón se convierte en azúcar natural y glucosa; las sustancias proteicas y nitrogenadas en agua, etc. haciéndose así comestible y muy nutritivo.

El análisis del plátano verde y maduro es el siguiente:

COMPOSICIóN QUíMICA POR 100 GRAMOS DE PLáTANO SIN CáSCARA

El plátano contiene además vitamina (A) (300 UI.), B1 (100,50 UI.), B2 (35 UI.), C. (20 UI.), y un poco de vitamina E.

Contiene además fósforo, magnesio, sodio, potasio, hierro, cinc, tanino.

El plátano o banana es una fruta muy nutritiva (según se dice, es más nutritiva que la papa o patata, aventaja a la carne por que no deja residuos ni colesterol ni ácido úrico. 100 gramos proporcionan 100 calorías) es digestiva, a condición de comerla madura, y no madurada por procesos artificiales.

La digestión del plátano maduro, a punto fresco, es facilísima; el verde, por el contrario es pesado, no alimenta, y deja muchos residuos malos en el organismo, recargando de impurezas el torrente sanguíneo.

El plátano o banana en un muy buen alimento al mismo tiempo que una muy buena medicina. Entre las frutas frescas es una de las más completas, por su buen aporte de agua fisiológica, y sobre todo por su valor energético que lo hace un alimento de refuerza y sangre.

El plátano, no fermentado en los intestinos, (Esto suele ocurrir cuando está muy verde o se come como postre), es un gran calmante del sistema nervioso, no recarga mucho el trabajo del estómago, porque contiene poquísima albúmina, es terapéutico y calmante para los coléricos; conviene a los nefríticos, porque, en su digestión, da muy poco trabajo a los riñones, por su poco contenido de albúmina y ácidos y su agua fisiológica es muy asimilable, es al alimento madre de los nerviosos y diarreicos, por ser medicina y alimento al mismo tiempo, conviene a los diabéticos por su almidón dextrinizado y de fácil digestión, que ya está transformado en glucosa; en fin, como alimento intestinal, es ideal y muy superior al pan.

Es importante destacar que el plátano se debe masticar y ensalivar muy bien, cuanto más se mastique mejor digestión se hace ya que en gran parte se digiere en la boca. Lo más aconsejable sería que la masticación durara un minuto o más para cada banana. Si en todos los alimentos que ingerimos es importante la masticación, en la banana lo es mucho más, porque ella es muy espesa y requiere una masticación y insalivación especial en la boca por su arenosidad y porque como dijimos antes sus componentes se digieren en la boca. Obsérvese como si se mastica varias y repetidas veces va desapareciendo su densidad y solo se traga saliva.

Los plátanos y/o bananas son incompatibles con los líquidos ácidos como el limón y el pomelo, con el pan, y demás alimentos harinosos como los feculentos (las patatas, o los boniatos y batatas) con el arroz; con las legumbres tiernas o secas; con todos los aceites (o comidas en que entran aceites); con las frutas oleaginosas (nueces, avellanas, maní o cacahuete, castañas etc.); con las frutas ácidas (porque los ácidos impiden la normal digestión del almidón, los azucares y la glucosa del plátano); con todos los alimentos dulces artificiales (pasteles, confitería, mermeladas, compotas, etc.); con la miel; con las frutas desecadas, (dátiles, pasas de higos, de uva, etc.) por ser estos alimentos muy energéticos y perjudican cuando se es sensible y no se hacen trabajos fuertes.

Sin embargo es importante decir que los plátanos o bananas combinan muy bien con los siguientes alimentos: Con la piña o ananás; con las naranjas y las mandarinas, con las guayabas, con las ciruelas, con las peras, con las peras de agua, con las fresas y fresones, con las uvas, con las granadas, con las moras.

Combinan regularmente con: manzanas, con higos, con kakis o palo santos, con mamón (fruta brasileña), con mango, con albaricoques o damascos, con melocotones o duraznos, con cerezas, con sandía, con melón.

Una vez más queremos destacar que el plátano no es un postre. Que es un alimento excepcional y hay que comerlo como comida o como desayuno, o como cena, en combinación con frutas jugosas; pero nunca como postre y mucho menos si se comen pan u otras harinas, porque así resulta indigesto y perjudicial. Si combinamos bien el plátano conoceremos muy pronto sus bondades.

El plátano también combina bien con la leche cruda. Esta ha de ser cruda porque al hervirla ya deja de ser leche (el plátano es la única fruta que combina con la leche).

El profesor J. E. Dulin afirma que las bananas comidas con exclusión completa de cualquier otro alimento, bastan generalmente para curar la diarrea.

El plátano es provechoso y conveniente para los flacos, nervosos y anémicos, porque comiéndolos compatiblemente y asimilándolo da sangre y fuerza, calmando el sistema nervioso.



El plátano que está en su punto de madurez y es de buena clase tiene un sabor y aroma delicado. Amílcar de Souza afirma que el plátano es el alimento de los jóvenes y los viejos, en virtud de que no se necesitan dientes para comerlo. Ya, a partir de los cinco meses, puede tomar el infante el plátano. A condición que se lo pise haciéndolo puré. Algunos pediatras adelantan aún esas fechas.

Efectivamente, está en lo cierto el galeno portugués, pero no debemos olvidar que la digestión del plátano se hace en la boca y no en el estómago, por lo que requiere una insalivación muy detenida y prolongada como hemos dicho anteriormente.

A muchas personas les sienta mal el plátano por no cuidar este detalle. Su condición pastosa invita a deglutirlo rápidamente.

Si el plátano esta maduro y es bien ensalivado se digiere fácilmente, incluso por las personas de aparato digestivo frágil.

Nos dice el Doctor DEMETRIO LAGUNA ALFRANCA Prestigioso médico Naturista Español del Colegio de Médicos de Barcelona. Miembro de la Sociedad Española de Gerontología.

"En muchas afecciones el aparato digestivo, en ciertos síndromes, el plátano es utilísimo".

"En las gastritis y las diarreas el plátano es beneficioso. Coadyuva, a la vez que contribuye a la curación del paciente, a su alimentación, por el elevado poder nutritivo que posé".

"En el síndrome celiaco (enfermedad de Herter-Heubner), trastorno grave con profunda raíz digestiva que socava seriamente las defensas del infante, el plátano, es aún mejor que la manzana, en muchas ocasiones es un excelente medio para combatirlo".

"Después de tener al niño durante varias horas con dieta hídrica se le administrarán cinco tomas de plátano en relación con la edad y apetito del paciente. Durante tres o cuatro días tomará de cinco a ocho plátanos diarios o más".

"El plátano debe ser de excelente calidad y bien maduro, después de mondarlo y desprenderle, en caso que lo tengan de una capa como de harina que o recubre y de los elementos fibrosos, se pisan o pasa por el prensa purés o tamiz".

"Se bate seguidamente a la vez que se le adiciona una o dos cucharaditas de zumo de naranja. Es totalmente contraproducente agregar azúcar. Las tomas se administran cada cuatro horas y el niño no debe beber agua hasta que no han transcurrido tres horas después de cada toma".

"Si el infante mejora el paso a la alimentación normal debe hacerse lentamente. A los dos tres o cuatro días de seguir este plan se agregan a tres tomas de puré de plátano dos o tres cucharadas de horchata de chufa con algunas gotas de zumo de limón; es preferible la horchata a la leche. Si la mejoría se sigue acentuando se va agregando horchata a todas las tomas de plátano".

"Muchos cuidados dietéticos se ha de tener hasta llegar a la alimentación normal, que no del momento precisar ahora. Al médico incumbe puntualizarlo en cada caso".

"El éxito de la dieta de plátanos en esta dolencia es, en múltiples ocasiones, evidente".

"En la dietética de los pacientes de afectados de nefropatías el plátano es beneficioso, nos sigue diciendo el Dr. Laguna. Meyrs y Rose han dejado constancia de sus ventajas en los pacientes que sufrían nefritis acompañadas de uremia".

"Se comprende su utilidad si se recuerda la exigua cantidad de proteínas que contiene, su alto poder alcalinizador y su pobreza en sodio".

"En virtud de estas propiedades no da trabajo al riñón ni lo irrita, previniendo a su vez la formación de edemas. Por otra parte, su riqueza en hidratos de carbono permite nutrir y elevar las energías del enfermo".

A mayor abundamiento, y como punto final a esta nota, señalamos la propiedad, bien comprobada, que posé el plátano de aumentar la secreción de leche en las nodrizas que consumen este fruto en cantidad como alimento.