El membrillo (Cydonia vulgaris), es el fruto de árbol o arbusto de moderada altura de la familia de las rosáceas. Es originario de Grecia.

Este es un árbol no muy exigente en cuanto a terrenos y exposiciones. La humedad excesiva le perturba.

Existen diversas variedades de membrillo entre los que figuran: la variedad común, cuello de dama, blanco de carne fina que madura en el mes de septiembre en Europa, y en Sudamérica en el mes de abril o mayo. Una de las mejores variedades es la Portugal, allí se producen los frutos más voluminosos y de mejor calidad.

El aroma del membrillo, (sobre todo los de buena clase) es fuerte y perfumado muy penetrante. Aprovechando esta propiedad, gratamente olorosa, en muchos puntos de España las mujeres acostumbran a colocar este fruta entre las ropas blancas que guardan en sus cómodas.

El membrillo contiene además de agua, azúcar, hidratos de carbono, ácidos, albúminas, cenizas, y celulosa, abundante proporción de tanino y pectina.

Como medicamento este fruto está indicado en los estados diarreicos. Ya Hipócrates señaló esta propiedad astringente en su época. Y con igual fin lo han aconsejado muchos terapeutas en tiempos antiguos, cuando la medicina tenía visos mas naturales.

El membrillo es astringente, estomacal, aperitivo y hepático. Su uso interno está indicado en diarreas, disenterías, (sobre todo en personas delicadas, convalecientes niños, ancianos), vómitos, tuberculosis (hemoptisis), sialorrea, catarros, leucorrea, inapetencia e insuficiencia hepática.

En el uso externo, está indicado en el prolapso rectal y uterino, fisuras anales; grietas de los senos, del cutis, irritaciones. En uso interno, se administra en forma de compotas, carne de membrillo, jalea (niños débiles, enteritis, afecciones pulmonares, tuberculosis); jugo en jarabe (de 50 a 100 gramos en una infusión de menta o de salvia).

Pócima: Cortar un membrillo sin pelar en rodajas delgadas, se hacen hervir en un litro de agua hasta que se reduzca a la mitad. Pasarlas por un colador, apretándolas bien. Agregar 50 gramos e azúcar. Se emplea para combatir las enteritis agudas. Las digestiones difíciles y en la tuberculosis pulmonar. Y sin azúcar es más eficaz.

Esta pócima es muy eficaz en enemas vaginales, (prolapso uterino) y en enemas (prolapso anal).

Debemos considerar también el poder medicinal que contienen las semillas del membrillo. éstas son ricas en sustancias mucilaginosas, tanino y aceite.

Después de hervir las semillas en agua, es utilizado este líquido, con efecto beneficioso, en el tratamiento de las grietas del pezón y en casos de quemaduras.

Es emoliente y astringente a la vez.

Con un puñado de semillas de membrillo machacadas y maceradas en medio vaso de agua tibia, se hace una emulsión mucilaginosa y calmante muy beneficiosa para los sabañones, las hemorroides, las grietas de los senos y de la piel, las quemaduras y las irritaciones diversas.

Las hojas y cortezas de las ramas nuevas son febrífugas. Se preparan con en un cocimiento de 15 a 20 gramos por 500 gramos de agua. Se toman a razón de dos tazas grandes en intervalos diarias. La misma tisana en lociones repetidas sobre heridas, actúa como detersiva y cicatrizante.

La infusión de flores frescas o secas, son pectorales y antiespasmódica.