Comunidad Valenciana
Propiedades de las frutas
Melocotón o Durazno
(Pérsica vulgaris)

El melocotón es el fruto del melocotonero (Pérsica vulgaris), árbol oriundo de Etiopía y que fue introducido en España por los romanos. Es muy apreciado por su sabor y aroma de sus frutos, comestibles frescos y maduros o cortados y desecados al sol; en este estado son llamados "orejones".

El melocotonero tiene muchas variedades de frutos, siendo las más notables, las llamadas albérchigo, abridor, durazno y pavía, perteneciente a la familia botánica de las amigdaláceas. En Valencia se lo llama "Bresquilla"

Un detalle importante para no desmerecer la calidad de los frutos, es cuidar ciertos detalles al manipular la fruta durante su recolección.

Se debe cuidar al arrancar el fruto del árbol, de no presionarla con exceso y no meter los dedos en la carnosidad. Conviene al cosecharlos tomándolos con toda la mano y separarlos de la rama con una torsión de izquierda o de derecha, o cortándolos con la tijera de cosecha.

El fruticultor francés cuida mucho este detalle. No toca con la mano el fruto maduro, lo realiza con haces de paja, de esta manera protege más el fruto de la presión de la mano. El resultado es que en apariencia, por lo menos, el melocotón francés es superior a algunas regiones de otros países.

El melocotón conviene cosecharlo de uno a tres días antes de su consumo. Arrancándolos prematuramente, antes de su madurez, pierde calidad, como sucede con los destinados a exportación, y en algunos países como Argentina, que se cosechan verdes para hacerlos madurar con el tiempo y calor.

Podemos considera al melocotón o durazno como un alimento medicamento de incalculable valor. Su composición es tan rica que me invita a colocar sus propiedades para que el lector pueda apreciar sus bondades.

El melocotón fresco contiene, cada 100 gr.:

Agua fisiológica............ 86 gr.
Prótidos..................... 0,5 gr.
Lípidos....................... 0,1 gr.
Glúcidos..................... 12 gr.
Celulosa..................... 1,4 gr.
Azufre....................... 7 mgr.
Fósforo...................... ? mgr.
Cloro......................... 3 mgr.
Sodio........................ 3 mgr.
Potasio...................... 230 mgr.
Magnesio................... 10 mgr.
Calcio....................... 8 mgr.
Hierro....................... 0,40 mgr.
Cinc......................... 0,2 mgr.
Cobre....................... 0,05 mgr.
Magnesio................... 0,66 mgr.
Yodo........................ 0,002 mgr.
Vitamina C................. 5 a 8 mgr.
Vitamina B1................ 0,03 mgr.
Vitamina B2................ 0,05 mgr.
Vitamina PP................ 0,90 mgr.
Vitamina A................. 0,30 mgr.
(1.200 a 2.000 U.I.)

Por destilación del fruto maduro se obtiene una esencia que contiene éteres, linalol, ácidos fórmico, acético, valérico, caprilico, acetaldehído, purpurol, cadinero.

En química el melocotón es un biocatalizador, contiene un ácido parecido al ácido cítrico del limón, contiene una acción química disolvente muy poderoso, tan poderoso, tan activo y fulminante, que resulta ser superior a cualquier fruta de su género.

Lo más importante es, naturalmente su jugo. El profesor Nicolás Capo sostiene que el melocotón (particularmente la clase pavía) es el fruto más indicado para curar el cáncer. Y ello es debido (dice) a su elevado poder disolvente. Inofensivo para el cuerpo humano., tomando cantidad. El melocotón en su plena madurez (en su jugo medicinal) ataca y disuelve venenos de la sangre, de los tejidos endurecidos por los tóxicos del ácido úrico (residuos inorgánicos de los proteicos y de las albúminas), y arrastra al mismo tiempo hacía la salida de los conductos urinarios, en su jugo fresco y emoliente, toda la urea malsana por los riñones y por la vejiga. Disuelve cálculos y piedras, generados por los aminoácidos.

El melocotón ácido es de gran efecto destructor de los venenos orgánicos y de las fermentaciones anormales de los tejidos, y no perjudica en nada absolutamente a la salud del cuerpo ni a las células del organismo, sino todo lo contrario; despeja, limpia, depura y regenera, vitalizando al mismo tiempo al cuerpo, en su interior. Da sales biológicas importantes como son: Yodo, hierro, magnesio, azufre, fósforo, calcio, sodio, silicio y potasio.

Los melocotones bien maduros tienen un porcentaje discreto de hidratos de carbono. Es fruta de digestibilidad pareja a la pera. El estómago la digiere bien.

El melocotón como todas las frutas jugosas, estimula suavemente la secreción de los jugos gástricos, de ahí que deben comerse como alimento y siempre en primer lugar como primer plato, como segundo plato se puede comer algún cereal, tales como: arroz integral, mijo, avena, maíz, etc. en esta forma obtendremos una alimentación de excelente calidad para nutrir nuestro cuerpo.

El melocotón con pan y horchata de chufas constituye un excelente desayuno.

Del melocotonero podríamos escribir muchas páginas puesto que su todas sus partes son de gran utilidad. Su madera, dura, de un grano apretado, es muy buscada por los grabadores, torneros y ebanistas: Sus frutos, en drupa, vellosos y de pulpa exquisita y jugosa, están considerados, en justicia, como uno de nuestros mejores al par que bellos frutos de la huerta, recomendándose además por sus propiedades diuréticas, y ligeramente laxantes.

El jugo exprimido del melocotón, tomando por la mañana en ayunas, a razón de un vaso durante varios días seguidos, está muy recomendado para regularizar las deposiciones y el curso de la orina, y si lo acompañamos con un plátano (banana) obtendremos un excelente desayuno. Desecados y pulverizados, producen un efecto muy bueno en la bronquitis, romadizo, afecciones catarrales, ronquera y afonía.

El aceite extraído de los huesos del melocotón es un muy buen remedio en las enfermedades de los oídos, como zumbidos y sordera. El mismo aceite, aplicado en fomentos, se emplea con éxito contra las hemorroides y los herpes inflamados.

Los huesos triturados del melocotón, macerados prolongadamente con vino blanco de buena calidad, están muy recomendados para regularizar las reglas periódicas. Las almendras que contienen son vermífugas, y como las del damasco por contener la vitamina B17 curan el cáncer comiendo de tres a cinco cada hora. Machacadas y aplicadas en cataplasma, calman la jaqueca, neuralgias, algunos dolores de muelas nerviosos y los de las úlceras, herpes y quemaduras. Deben sus propiedades sedantes al ácido prúsico que contienen, llamado también ácido cianhídrico.

El cocimiento de las hojas frescas y de la segunda corteza, a la dosis media de 30 ramos en infusión con medio litro de qua, constituye un purgante excelente, de un huso general entre los campesinos. Esta misma tisana, tomada entre los accesos de fiebre intermitente, produce ordinariamente buenos resultados, siendo además diurética.

Usadas al exterior, las hojas contundidas de melocotonero, actúan como sedante, mezcladas con las de perejil y empapadas con aceite de oliva, producen la resolución rápida de los tumores, haciendo cesar el dolor de las contusiones, de las quemaduras, y de las callosidades.

El cocimiento o la infusión de un puñado de flores, en leche, es laxante y antihelmíntico, es decir, capaz de hacer que mueran las lombrices intestinales. Sin temor alguno, se puede administra a los niños.

La hoja y la segunda corteza del melocotonero se recolectan preferentemente en los comienzos de la primavera, haciéndolas desecar a la sombra. Tocando a las flores se las recolecta en el momento de su floración, se las expone al calor moderado de un horno y se las pulveriza. En este estado, conservan durante mucho tiempo sus propiedades medicinales, siempre que se procure conservarlas al abrigo de la humedad con algún frasco tapado de vidrio.

Podemos resumir las propiedades del melocotón diciendo que es energético, estomacal, diurético, laxante ligero y depurativo, pero, ya no es tan fácil condensar aquellos casos en que está indicado su uso como agente medicinal de incomparable eficacia. Es por ello que quisiera hacer un estudio de aquellas propiedades y de todos los casos en los cuales está indicado el uso del melocotón por considerarlo de vital importancia.

Una cura de melocotones o duraznos se debe hacer en la época que aparece este preciado fruto, curativo y regenerador de la sangre. Los melocotones o duraznos blandos, mollares, blancos o amarillos, son muy ricos en propiedades curativas; pero es más superior el más carnoso y macizo, pudiéndose tomar al día de 5 a 6 kilos o más, y especialmente para los estreñidos. Dichas cantidades sirven para hacer el doble efecto curativo: el de atonía intestinal o estreñimiento, y el de regenerador de la sangre y los tejidos.

El melocotón blanco o temprano nos llega como primicia al final de la primavera, desapareciendo del mercado muy rápidamente, siendo de una calidad poco resistente, muy jugoso: contiene casi el 90 % de agua fisiológica, la piel se desprende muy fácilmente y es pobre en azúcar, siendo muy recomendable para los diabéticos, nefríticos y los que tienen dificultad de orinar, especialmente enfermos prostáticos y de las vías urinarias. Puede no obstante hacerse una buena cura con él, por ser muy estomacal y digestivo, recomendable para afecciones hepáticas y contra el estreñimiento.

El melocotón japonés o chino (chato) aparece en verano y es mucho más fino que el anterior, de una gran digestibilidad, e pela también fácilmente, pero no tiene tanta cantidad de agua, aunque de gusto acuoso sabrosísimo.

El melocotón amarillo tiene la pulpa de mayor consistencia y más ácida, azucarada y jugosa a la vez. Este melocotón de un amarillo vivo, tiene una pulpa resistente, muy azucarada y de gran aguante para la exportación, sobre todo tiene un aroma especial y característico que desprende el silicio de este melocotón, cutas sales especiales son únicas porque no las contienen otras frutas. Es un bocado exquisito que vitaminiza, a gran saturación, al organismo, sin perjudicarlo y al mismo tiempo es un gran alimento energético.

Observado una dieta de comida exclusivamente de melocotones bien maduros (un kilo o dos en cada comida), el estreñimiento más pertinaz queda corregido al cabo de tres o cuatro días. Recodamos que el durazno como todos las frutos no es un postre más bien un excelente alimento.

éstos se pueden comer bien lavados con piel a condición de masticarlos bien, porque además de sus jugos, su pulpa, sus sales minerales, sus propiedades mucilaginosas, está presentes también el la piel. En el caso del estreñimiento la celulosa de la piel produce los movimientos peristálticos normales para una buena evacuación diaria de más de una vez.

Tanto en la atonía estomacal como en el caso de la acidez, pequeñas ulceraciones del estómago o úlceras bien declaradas, es conveniente una dieta de melocotón para curar todas estas anomalías del estómago.

Para el hígado el melocotón es excelente remedio. Por sus ácidos y jugos finos y estimulantes de las digestiones hepáticas, el melocotón o durazno es muy bueno; también es recomendable para las enfermedades del hígado, sea por empacho, sea por cistitis, o por reversibilidad de la bilis, por cálculos o piedras en el hígado, cáncer u otro foco morboso.

Es recomendable la dieta exclusiva de melocotones, tomando de una a cinco kilos diarios, acompañando este tratamiento, si el caso agudo es muy doloroso, con cataplasmas de arcilla caliente o compresas de agua bien caliente, baños de vapor o de sol directos al hígado, como explico en mi libro "LA MEDICINA NATURAL PARA BIEN DE TODOS". También son recomendables, a veces, los masajes hechos suavemente, con las manos y una gota de aceite, sobre la región del hipocondrio derecho.

También se recomiendan, para coadyuvar a la cura trófica, las cataplasmas en general de arcilla caliente sobe todo el paquete abdominal y los riñones dejándola toda la noche, así como las respiraciones profundas con la boca cerrada, tratando de dormir con las ventanas abiertas.

Por sus propiedades diuréticas, el melocotón es muy recomendable para los riñones inflamados o perezosos, comenzando muy cautelosamente desde luego, pero aplicando siempre con inteligencia y energía el tratamiento trófico, los resultados son completamente satisfactorios.

Si hablamos del reumatismo, tenemos que decir que este se produce por un acumulamiento de ácido úrico sobre las partes alcalinas del cuerpo "los cartílagos. Y este ácido úrico ha sido acumulado por la mala nutrición que excede a la eliminación normal de los riñones y en algunas oportunidades por el mal funcionamiento se estos al no filtrar debidamente la sangre impura; por lo que urge un tratamiento metodizado y sistemático de esta fruta en gran cantidad, y sus jugos, para curar toda clase de reumatismo, inclusive la gota y ciática.

El melocotón es recomendable para toda clase de infecciones en la sangre, por ser un gran purificador del suero sanguíneo.

En las enfermedades del corazón hacer una dieta de duraznos, comiendo una cantidad prudencial hasta llagar al máximo que el cuerpo pueda necesitar, puede servir de cura directa o indirecta, tanto si es si es una endocarditis, insuficiencia mitral, o bien una obstrucción de las coronarias; y como el corazón es el gran impulsor de la sangre, si ésta viene pura y fluida, el corazón verá sumamente aliviado su pesado trabajo.

El cáncer es un estado de degeneración celular. O mejor dicho, como dijo el afamado Doctor Lancard: "El cáncer es la vergüenza de la medicina y cuando el médico pronuncia es palabra, debe ruborizarse". "La medicina oficial <dice el Profesor Nicolás Capo no reconoce hasta hoy ningún microbio especifico como causante del cáncer, y, a deducir por los datos que se tienen de los sabios y expertos en materia de causas de enfermedades, se sabe que el cáncer aparece en personas que han sido más o menos fuertes dentro del carnivorismo y que han resistido varias enfermedades de origen morboso y de ensuciamiento e infección de la sangre, habiéndose así formado un regolfamiento en puntos débiles dados en el cuerpo y apareciendo los primeros síntomas ya conocidos del cáncer: bultitos, llaguitas incurables, malestares en general. Y entonces es más que nunca cuando hay que optar por una vida completamente naturista y crudívora, especialmente dieta de frutas y baños al so".

"La fruta preferida ha de ser el melocotón o durazno: Se comerán de 2 a 5 kilos diarios, combinados con otras frutas de la estación; nada de pan, ni harinas, ni huevos, ni pescados, ni carnes, ni quesos, ni leches, ni salsas, ni legumbres secas. En este caso <prosigue el profesor Capo es conveniente y mejor orientarse prácticamente con un profesional en dietética trofoterápica, (no confundir con dietistas alopáticos). Pero de momento bastan con estas indicaciones generales ya dadas aquí para el enfermo que, desengañado y cansado de tanto probar, ha visto y también ha intuido en su propio fuero interno, que la dieta trofoterápica es la única y la más grande y poderosa arma contra los estados de mala salud general. Y el todo influye sobre la parte focal. De todas maneras, en la parte local, se pueden aplicar cataplasmas de pasta de melocotón maduro, y si es de clase ácida, mejor. Si el cáncer está focalizado en el interior del cuerpo o en la garganta, hay que aplicar rigurosamente la dieta de frutas en zumos y baños de sol y compresas calientes y también cataplasmas de harina de linaza cada noche, o bien de arcilla (virgen) fría y caliente."

"Tener en cuenta que la dieta es más poderosa que el bisturí, el radium y la bomba de cobalto, y que los específicos. Debe hacerse todo con mucha inteligencia y sentido común. ¡La dieta de melocotón es lo más desmorboseador y oxidante!".

Para finalizar quiero recordar a mis lectores que los melocotones o duraznos tanto para alimentarse como para realizar una limpieza orgánica o una cura, deben ser maduros, de buena calidad y sobre todo que hay que masticarlos siempre perfectamente bien, porque debemos recordar que la primera digestión siempre se realiza en la boca.

Los melocotones combinan bien con todas las frutas dulces y semiácidas. La miel, los higos, los dátiles y el pan tostado. Pueden comerse mezclándose con nísperos, albaricoques (damascos), cerezas, plátanos (bananas), melón, sandía, naranjas, granadas, Caquis, con jugos de naranjas, de granada, etc. Con nata, con queso tierno (de cabra) con arroz integral, con patatas (papas) hervidas o asadas, con boniatos (camotes) asados, con harina de maíz, con mango y mantequilla, con palta, con mamey y mantequilla, nata o miel, con castañas, con harina de tapioca y de mandioca, etc. etc.

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