Comunidad Valenciana
Propiedades de las frutas
Granada
(Punica granatum)

La fruta del granado (Punica Granatum), árbol de familia de las punicáceas, que se encuentra en estado silvestre desde la península de los Balcanes hasta el Himalaya, pero se cultiva como frutal desde la más remota antigüedad y hoy se halla en casi todos los territorios tropicales y subtropicales, en toda la región mediterránea. Sur de Asia, Australia y América.

El granado fue ya conocido en Egipto y se cultivaba en tiempos de la XVíI dinastía. Entre los árboles que el amanuense del rey Totmes I, por nombre Ana, hizo plantar en su parque funerario se mencionan cinco granados (anhmen). Las representaciones gráficas halladas en las tumbas de dicha dinastía muestran algunos tipos de granados, cargados de flor y fruto: Además, la granada se halla en las mesas de ofrendas, y en algunas tumbas tebanas se han hallado flores de granado. En el Museo del Louvre se guardan granadas recogidas en sepulcros egipcios.

Del granado, sus flores y frutos existe una muy extensa y rica historia entre los egipcios, los palestinos, los hebreos, los fenicios, etc.

Ya mucho tiempo antes de la Era Cristiana, el granado era cultivado en las regiones semiáridas de Palestina y Egipto, y en la actualidad es común en todos los trópicos y subtrópicos, y también en las regiones cálidas templadas, especialmente mediterráneas.

Los principales países de divulgación del granado son: Mesopotamia, Afganistán, China, Palestina, Egipto, Italia, España, California, Florida, México, Venezuela, Brasil, Argentina. Muy comúnmente en estos países el granado es cultivado como adorno por su hermoso follaje en los jardines, patios, y a lo largo del camino, o como en el caso de Argentina a la entrada de las fincas fruti hortícolas.

En América el granado es tenido mucho menos en cuenta que en el Oriente, donde incluso se lo considera un fruto sagrado por su benéfica pulpa reconfortante y refrescante que se hace tan preciosa bajo el clima semiárido donde precisamente este árbol halla su hábitat.

La pulpa contenida dentro de las vejiguitas en torno a las semillas, comida madura, es muy refrigerante y reconfortante y sirve óptimamente en la preparación de bebidas y jarabes, que apagan la sed, refrescan y tienen muchas indicaciones medicinales, por ejemplo, contra las inflamaciones uterinas.

La corteza de las raíces, tanto en Oriente como en gran parte de Centro y Sudamérica, es usada en decocción para expeler la tenia, siendo un enérgico y poderoso tenífugo, este medicamento es bastante desagradable y por ello muchas personas no suelen tomarlo. De todas formas la poción se prepara así: 50 grs. De corteza y 650 grs. De agua, se pone a ebullición hasta que se reduce a 450 grs. De la decocción se toman aproximadamente ¿5 gramos cada dos horas. El resultado es muy bueno.

También la corteza de las ramas del granado es tenífuga, pero menos eficaz que las raíces de las cortezas.

La decocción de las flores es usada, como astringente, en las diarreas, en las inflamaciones de garganta etc.

La recolección de la granada no necesita esperar a la maduración total del fruto, se puede hacer un poco antes cuando la corteza de los frutos no presenta ninguna hendidura, de otro modo se compromete la conservación. La corteza debe ser bien lisa, tersa e intacta.

La recolección prematura no incide en la calidad ni sobre el sabor de la pulpa; más bien, si después de recogidos lo frutos se ponen sobre virutas o paja en alguna parte aireada, fresca y seca, donde no haya humedad, se beneficia mucho puesto que siguen los frutos madurando y mejorando su calidad y su sabor, y no se estropean antes e los seis meses. Después de este tiempo, su corteza se suele eñegrecer, pierde el brillo, pero no se perjudica la parte interna del fruto.

Los ácidos contenidos en la granada son el ácido cítrico, y el ácido málico. Contienen notable cantidad de sales minerales y vitaminas A, B, y C. Particularmente predomina esta última.

La virtudes curativas del granado son extraordinarias. Esta fruta es rica en elementos bioquímicos que la hacen altamente nutritiva. Es excelente para los débiles, ancianos y anémicos.

Desde el punto de vista medicinal nos dice el doctor José Castro: "La granada es la reina de las frutas, con abundante jugo de granada hemos logrado curaciones imposibles de obtener por otro medio naturista. Su poder higiénico, a causa de su gran riqueza en bioquímicos especiales, es superior a otra fruta."

Hipócrates en su época ya destacó las cualidades de esta fruta. Su zumo es astringente. En gargarismos se ha utilizado para corregir estados inflamatorios de la garganta: En los estados febriles, el jugo de este fruto es altamente recomendable. Nutre discretamente y purifica el organismo. Es muy diurético.

La gente en tiempos antiguos hacía un colirio del jugo de granadas y miel, mezclando ambas cosas.

Este colirio tan sencillo se empleaba especialmente en en casos de vista débil y cansada.

La corteza de la raíz del granado tiene un notable poder tenífugo y, en general, contra todas suerte de gusanos intestinales.

El zumo o jugo de la granada, concentrado al fuego tiene excelentes propiedades contra los flujos internos y contra las calenturas acompañadas de cámaras, conforta el estomago, restriñe el vientre y provoca orina - nos decía Dioscórides -. Esta especie de vino de granada se llama "roete".

La cura de jugo de granadas tiene un enorme poder desintoxicante. Conviene intercalarla (cuando es la época de esta maravillosa fruta) en casi todos los regímenes curativos. Un día a dieta absoluta únicamente de zumo de granada obra verdaderos prodigios.

La cura de zumo de granadas es de gran eficacia en aquellas enfermedades crónicas que únicamente curan con un profunda cambio en los órganos, para el que requiere un régimen que les permita un reposo reparador.

Esta cura es de resultados sorprendentes en la acidez del estómago, enfermedades crónicas del estómago e intestinos, presión arterial alta, arteriosclerosis, obesidad, gota, artritismo, reumatismo, inflamación de los riñones, cálculos biliares o renales, enfermedades del hígado, del corazón, de la piel, enfermedades por falta de vitamina, inflamación de las vías urinarias, enfermedades de los órganos sexuales, etc.

La granada también participa activamente en la belleza: para activar el riego sanguíneo de la cara. (Una cara pálida, falta de riego sanguíneo, da un pobre aspecto de salud y de poca belleza).

No obstante hay que distinguir cuando es por efecto de anemia, la falta de sangre, o cuando es falta de riego sanguíneo a la piel. Cuando es lo primero, hay que trabajar hay que trabajar seriamente sobre la causa, sea enfermedad, hemorragias, falta de nutrición, mala asimilación, etc..

Cuando la causa es cutánea, se humedece la piel con jugo de granada; se frota fuertemente con las manos toda la piel de cara, cuello y partes altas del pecho, hasta enrojecer la piel. Esto se repite cada mañana o en la noche.

No solamente la granada es la reina de las frutas maravillosas para depurar, regenerar y curar, sino que, en forma de masaje con su jugo, tiene magníficas aplicaciones.

Las pieles flojas por artritismo o por años, hallan en los masajes de zumo de granada el mejor correctivo.

La granada es ligeramente astringente, contrae los poros de la piel, normaliza en buena parte la relajación muscular de la cara y origina un cambio facial como nadie lo imagina.

A las caras viejas las rejuvenece. A las pieles artríticas, relajadas por ácido úrico, este amigo número uno de la belleza femenina, las depura, las desintoxica, les da una tensión regular, que cambia seriamente una cara avejentada por una cara plena de salud, alegría y especial colorido.

No solo el jugo de la granada es la maravilla que cura lo incurable, sino que, aplicado exteriormente a la piel de la cara, también rejuvenece por fuera, de la misma manera que rejuvenece y regenera al organismo por dentro.

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