Planta herbácea perenne dotada de un bulbo subterráneo y de hojas lineales reforzadas por un nervio de color claro.
La flor, de color violeta, está dividida en 6 lóbulos.
Su estilo amarillo se separa en tres partes cada una de las cuales finaliza en un estigma color naranja.
Desde siempre, el azafrán se ha cultivado en Asia como planta medicinal, colorante y culinaria.
Los recogen los estigmas a mano después de haber cortado toda la flor.
Se secan en secadero rápidamente, conservando su aroma y color anaranjado.
Contiene unas sustancias coloreadas, las crocinas y las picrocrocinas, un carotenoide (crocetina), croceglucósidos y un jugo amargo.
Recientes estudios farmacológicos sugieren que los extractos de azafrán tienen unas propiedades potentes propiedades antagonistas del calcio, mientras que la crocina inhibe el crecimiento de las células tumorales obtenidas de un cáncer de colon y de pulmón, mostrando también un potente efecto antioxidante
Tradicionalmente, el azafrán se ha utilizado en el tratamiento de tumores y desordenes nerviosos
Se utiliza para la preparación de tinturas, extractos oculares y colirios.
Externamente se usa su infusión concentrada para frotar las encías de los niños y aliviar así las molestias propias de la dentición
El azafrán es una excelente especie para salsas, sopas y ensaladas.
En España se utiliza para dar el color amarillo a la paella y otros platos.
Los pétalos del azafrán también tienen propiedades medicinales: en un estudio en 40 pacientes con depresión fueron tratados con 15 mg de pétalos de azafrán dos veces al día durante 8 semanas o con 10 mg de fluoxetina dos veces al día. Al final del tratamiento, el azafrán fue tan eficaz como la fluoxetina.
Grabado antiguo con las torres de Los Serranos.
Poca gente conoce cuándo visita la ciudad, de dónde viene la frase hecha: "Quedarse a la luna de Valencia".
Valencia es una ciudad amurallada, de la que sólo quedan algunas de sus puertas, como las Torres de Quart y las Torres de Serrano.
Antiguamente, había un toque de queda que cerraba la entrada a la ciudad por estas puertas, y todos los viajeros que llegaban más tarde, no tenían más remedio que pasar la noche "a la luna de Valencia".