Las noches de Valencia se tornan de mil colores con los castillos de fuegos artificiales.
La cantidad de novedades preciosas que los pirotécnicos se han encargado de introducir hace que aquellos que yo recuerdo de mi infancia y juventud sean algo dedicado a los niños.
Cada año se encargan de dejarnos con la boca abierta al ver la noche teñida con los preciosos castillos de estos maestros de la pólvora.
Aconsejamos que no se pierdan ni uno solo, iluminan la noche y nuestras almas.
Castillo año 1968
The nights of Valencia turn into a thousand colors with the fireworks displays.
The amount of beautiful novelties that the pyrotechnicians have been responsible for introducing makes those that I remember from my childhood and youth something dedicated to children.
Every year they leave us with our mouths open when we see the night tinged with the beautiful castles of these masters of gunpowder.
We advise you not to miss a single one, they illuminate the night and our souls.