Se limpian las berenjenas, se les quita el pezón y se abren por la mitad y se les añade sal y aceite.
Se meten en el horno a 180 grados hasta que se asen casi completamente.
Mientras, en una sartén se fríen las verduras picadas finas (menos el tomate) y la carne.
Una vez asadas las berenjenas, les sacamos la pulpa dejando como un centímetro alrededor de la piel, y se rellenan con el sofrito anterior más la pulpa todo bien remezclado.
Disponemos las berenjenas en una fuente de horno y las cubrimos con un sofrito preparado con el tomate y el orégano.
Tapamos con las lonchas de queso y gratinamos al horno a 180ºC durante 7 u 8 minutos.