En una cazuela de barro, rehogar a fuego muy lento en una cantidad generosa de aceite y añadir los 6 dientes de ajo rotos con un golpe cada uno, 8 ó 10 granos de pimienta y un poquito de vinagre.
Cuando estén tiernecitos los pulpos, al plato con ellos y sazonar con pimienta negra al gusto de cada uno.
Es conveniente una buena cantidad de pan para mojar y buen vinito blanco de acompañamiento.