- Una cebolla grande y una zanahoria, un par de dientes de ajo
- Un vaso de vino blanco seco
- 1 decilitro de aceite de oliva
- Tomillo
- Laurel
- Hierbabuena
- Perejil
- Sal
- Pimienta
Preparación:
Salpimentar la pierna de cordero y dejar reposar una hora.
En una llanda (bandeja de horno) de asar se colocan los huesos machacados, la cebolla y la zanahoria cortadas a pedazos, y sobre todo ello la pierna regada con aceite de oliva y espolvoreada con hierbabuena picada.
Se mete al horno precalentado a temperatura media y cuando comience a tomar color se le añade el vino, el tomillo y el laurel, sin perderlo de vista y mojando con su propio jugo de vez en cuando.
Se escalda un poco de hierbabuena en un poco de agua hirviendo, se escurre y se refresca con agua fría, se pica con algo de perejil y los dientes de ajo hasta conseguir una pasta homogénea.
Cuando el asado esté en su punto, se coloca en una fuente para servir.
El caldo de la cocción se desengrasa y se quitan los huesos, y se reduce un poco con una sartén a fuego lento, deshaciendo al mismo tiempo las verduras hasta hacer una salsa homogénea, se le añade el picadillo y se rocía con él la pierna, dejando parte de la salsa para sacar a la mesa por separado en una salsera.