Comunidad Valenciana: Sociedad.

Había menos prisa

Los tranvías

Si algún vehículo nació expresamente para las ciudades, ese es el tranvía. Aunque en muchas de ellas haya tenido una vida efímera, durante su tiempo nos solucionó un desplazamiento “rápido” y “cómodo”. Vamos a ver a grandes rasgos algo de la historia de este entrañable medio de locomoción.

Tranvias de sangre
Poco puedo comentar sobre esa época porque no la viví ni tuve información de primera mano. Y si no es así no sabría que decir, visto lo que actualmente se miente sobre una época que si que conocí.
Unas ruedas de metal sobre unos carriles del mismo material, fueran de tracción animal o eléctrica, hacían un ruido de mil demonios y el hacer un recorrido, aunque fuera corto y sentado, era una experiencia que, a muchos “pijos” actuales, helaría la sangre.
Entonces, los tranvías eran básicamente unas ruedas encajadas en unos railes, la estructura del tranvía de madera y un trole con una rueda que encajaba en un tendido eléctrico que unos postes mantenían tirante sobre las vías.
Había dos personas que llevaban estos vehículos, el cobrador, que estaba en la parte de atrás por donde se subía y él más importante, el conductor.
En realidad, la tarea del conductor era muy sencilla. Se limitaba a girar una manivela que hacía que el motor eléctrico girara a mayor o menor velocidad. Si giraba totalmente la manivela y el tranvía se quedaba sin corriente, pues se paraba.
El trole se salía con mucha frecuencia de la línea eléctrica y entonces tenía que bajar el cobrador a, tirando de una cuerda , volver a encajar la rueda en el cable.
Si patinaban las ruedas de hierro sobre las vías, el conductor tiraba gravilla por una especie de embudo que la hacía caer delante de las ruedas y el tranvía se ponía en marcha.
Naturalmente el tranvía hacia un recorrido circular, por mi casa pasaba el número 11 y el número 9. Los dos llegaban hasta la estación del Puente de Madera, pero uno a la vuelta llegaba hasta el cementerio y el otro se quedaba en el Mercadito de Jesús.
Y llegaron malos tiempos para el tranvía. Una época en que las continuas huelgas hacían del tranvía un elemento indispensable para sus reivindicaciones o para movimientos políticos.
Con la perspectiva de los años y con lo poco que nos llegó de primera mano, no llegamos a saber si el mundo al que se añora actualmente era este o se refieren a alguna película.
Nada que ver con los recuerdos transmitidos por mi padre, policía durante la república.
Poco a poco llegaron los sesenta y con ellos la normalidad que hizo necesario el ampliar los tranvias con lo que se llamaban las "jardineras".
Y poco despues cambiaron nuevamente los tranvias, ya no se necesitaba el cobrador y el mismo conductor abría las puertas, la de delante por donde se entraba y pagaba el boleto y la trasera para bajar.
Poco despues se sutituyeron poco a poco por los "trolebuses" primero y los "autobuses" después. Se terminó la energía limpia y los escapes aumentaron la contaminación de la ciudad.
Actualmente ya hay alguna linea de tranvías nuevamente...¡eso si! supermodernos y ¡desde luego! mucho más cómodos.

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El nano de En Llop: La barraqueta Vte. Blasco Ibañez

Oleo: Conrado Meseguer Muñoz

El primer libro impreso

El primer libro impreso de España fué en Valenciano; Se trata de "Les trobes en lahors de la Verge Maria" (Las trobas en honor de la Virgen María).

Es el primer incunable ibérico. Publicado en Valencia en el año 1474 y escrito en Lengua Valenciana, en la primera imprenta de España por el maestro impresor Lamberto Palmart, ubicada junto al Portal de la Valldigna.

Es una obra poética colectiva que cuenta con la participación de numerosos autores, como Joan Roiç de Corella, Bernat Fenollar, Francesc de Castellví, Lluís Alcanyís, Narcís Vinyoles, Miquel Péreç o Jaume Roig entre otros muchos ilustres autores.

La primera fábrica de papel.

Hacia el año 1150 la industria papelera de Játiva producía un papel tan exquisito que exportaba a todo el mundo.

En 1154, el geógrafo árabe Al-Idrîsî declaró sobre Játiva: Se fabrica en ella un papel del que no se encuentra parangón en el mundo y que se conoce en Oriente y Occidente.

Curiosamente, la exportación de papel desde Játiva al extranjero influyó en el nombre que ha tomado este material en otras lenguas, y tal vez por ello en inglés se escribe igual que en Valenciano, Paper.

El primer molino papelero europeo data de 1056. Estaba en las afueras de la próspera y culta ciudad de Játiva, rica en agua y lino, y su dueño era Abú Masaifa.

Junto a la vieja acequia, construye una fábrica de papel con más de 20 operarios. Era el primero producido en Europa.

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