Historias y leyendas

Leyenda de Navajas.

El salto de la Novia

El Lugar de "El salto de la Novia" se encuentra en Navajas. Es el cauce del rio Palancia a su paso por esta población.

Hace de esto muchos años, cuando los novios iban a contraer matrimonio tenían que someterse a una curiosa ceremonia para demostrar ante todos que se querían de verdad. Cierto tiempo antes de efectuar el matrimonio debían ir a ese jugar donde se estrecha el rio y allí, ante todos, la novia debía cruzar de un salto a la orilla opuesta, si lo conseguía era símbolo de felicidad para el futuro matrimonio y demostraba con ello que quería fielmente a su novio, más si no lo lograba el salto se consideraba irrealizable el matrimonio por creer que este sería desgraciado y convencidos de ello los novios rompían su compromiso.

Durante muchos años esta costumbre debia causar terror entre muchas novias verdaderamente enamoradas, ante el temor de errar el salto o no tener el suficiente valor para intentarlo, pero un día, muy lejano ya, dos novios cuyos nombres ha borrado el tiempo, terminaron trágicamente con esta costumbre.

Habían bajado radiantes de alegría a demostrar ante todos que se querían. Como cada vez la gente esperaba el salto con impaciencia; por fin la novia se dispuso a saltar, tomó impulso perdió pie y cayó al rio con tan mala fortuna que se vio envuelta en un potente remolino que allí había y que le llevaba a una muerte segura; al ver esto, el novio se arrojó inmediatamente al rio para intentar salvar a su amada, pero por más esfuerzos que hizo en su desesperado intento, se vio envuelto al poco tiempo en el remolino e instantes después desaparecían los dos tragados por las aguas.

Horas despues flotaban estrechamente unidos los cadáveres de aquellos infelices novios. Y en las noches de luna llena, el murmullo del rio parece entonar un canto dulce y triste en el que se lamenta de haber dado muerte a aquellos dos seres que tanto se quisieron.

Estatua alegorica en la plaza de Manolo Rodriguez

Enlaces asociados.

Manolo Rodríguez Navajas: Alto Palancia

Oleo: Conrado Meseguer Muñoz

El primer libro impreso

El primer libro impreso de España fué en Valenciano; Se trata de "Les trobes en lahors de la Verge Maria" (Las trobas en honor de la Virgen María).

Es el primer incunable ibérico. Publicado en Valencia en el año 1474 y escrito en Lengua Valenciana, en la primera imprenta de España por el maestro impresor Lamberto Palmart, ubicada junto al Portal de la Valldigna.

Es una obra poética colectiva que cuenta con la participación de numerosos autores, como Joan Roiç de Corella, Bernat Fenollar, Francesc de Castellví, Lluís Alcanyís, Narcís Vinyoles, Miquel Péreç o Jaume Roig entre otros muchos ilustres autores.

La primera fábrica de papel.

Hacia el año 1150 la industria papelera de Játiva producía un papel tan exquisito que exportaba a todo el mundo.

En 1154, el geógrafo árabe Al-Idrîsî declaró sobre Játiva: Se fabrica en ella un papel del que no se encuentra parangón en el mundo y que se conoce en Oriente y Occidente.

Curiosamente, la exportación de papel desde Játiva al extranjero influyó en el nombre que ha tomado este material en otras lenguas, y tal vez por ello en inglés se escribe igual que en Valenciano, Paper.

El primer molino papelero europeo data de 1056. Estaba en las afueras de la próspera y culta ciudad de Játiva, rica en agua y lino, y su dueño era Abú Masaifa.

Junto a la vieja acequia, construye una fábrica de papel con más de 20 operarios. Era el primero producido en Europa.

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