Poner en remojo el bacalao durante 24 horas para desalarlo, cambiando el agua no menos de 5 veces en ese tiempo.
Ponemos las chirlas en agua con un puñado de sal gorda para que vayan soltando la sal, y antes de utilizarlas enjuagarlas en abundante agua.
Pelamos y picamos la cebolla y el tomate muy finos.
Pelamos las patatas, las lavamos y cortamos en rodajas no muy finas.
Troceamos el pan y lo remojamos ligeramente en agua, mezclándolo con los ajos pelados y picaditos finos; añadiendo el perejil y los huevos y lo aplastamos y amasamos todo.
Calentaremos aceite en una sartén y freiremos cucharaditas de la masa que hemos hecho, y cuando esté dorada las dejaremos escurrir sobre papel absorbente.
A continuación, secaremos el bacalao y lo enharinaremos.
Calentaremos abundante aceite en otra sartén, freiremos el bacalao, y cuando esté listo lo sacaremos, escurriremos y reservaremos.
En ese mismo aceite, doraremos un poco la cebolla e incorporaremos a continuación el tomate; dejando sofreir durante 5 minutos.
Pondremos el sofrito en una cazuela de barro grande.
Sobre él, pondremos las patatas, los guisantes, las chirlas, el bacalao y las bolitas fritas; añadiendo 2 tazas de agua, y coceremos todo a fuego lento unos 20 minutos.