La noche anterior, pondremos en remojo las alubias sin sal, para que no queden duras.
Preparamos el cardo bién pelado y cortado a trozos, y pelamos y cortamos a tacos las patatas.
Ponemos en una olla las alubias y agua y la sponemos al fuego, y cuando empiece a hervir, añadiremos el tocino, el jamón, las morcillas y el tomate que habremos picado bién.
Herviremos hasta que la carne esté bien tierna, unos tres cuartos de hora, y entonces añadiremos las patatas y el cardo, con la cucharada de pimentón.
Cuando pasen diez minutos, pondremos un chorro de aceite de oliva, el arroz y las hebras de azafrán, y dejaremos cocer unos 15 a 20 minutos, hasta que las patatas y el arroz estén en su punto, y haya espesado el caldo.
Procuraremos tener a mano el sitio para una buena siesta después de tan opípara comida, que habremos regado con los caldos de la tierra.