Propiedades
Los frutos secos

Castaña
(Castanea sativa)

Las castañas es otro alimento que por sus cualidades nutritivas y energéticas debería tener un lugar de privilegio en nuestra nutrición. Los antiguos, entre ellos los romanos hacían un gran consumo de este fruto. Es un fruto de invierno como casi todos los frutos oleaginosos. La sabia Naturaleza nos da cada alimento en su momento adecuado, y puede hacerse de ella el plato fuerte. Se recomienda a los asténicos físicos e intelectuales, anémicos, niños,, ancianos, convalecientes, y a las personas predispuestas a padecer varices o hemorroides. Es un alimento económico que prestará grandes servicios a los que realizan trabajos de fuerza y a los deportistas. En puré es excelente para los dispépticos, los convalecientes y los ancianos. Pero está contraindicado a los diabéticos.

Este es un fruto de gran valor calórico pues contiene 200 calorías por cada 100 gramos: El porcentaje de agua en la castaña es de 61 por cien. Las castañas asadas contienen 40 % mientras que las cocidas el 71 %. Las castañas en estado seco un 86 % de hidratos de carbono. Es muy energético, remineralizante, tónico muscular, nervioso y venoso, anti anémico, estomacal y antiséptico. Las castañas pilongas equipara su proporción de sustancias nitrogenadas alas que contiene el trigo.

El coeficiente vitamínico es estimable, especialmente en vitaminas B, B1, y B2 y también en vitaminas C y D. los minerales que contienen son: potasio, hierro, cinc, cobre, manganeso, fosforo, magnesio, azufre, sodio, calcio; además 4Gr. De prótidos, 2,6 gr. De lípidos, 40 gr. De glúcidos, 1 gr. De cenizas con la mitad de potasio.

La castaña, por su riqueza muy acusada en hidratos de carbono, tiene un lugar fuertemente destacado en nuestra alimentación. No se debe considerar simplemente como un postre. Tomada en adecuada proporción puede constituir, si fuera preciso y en asociación con otros alimentos, un producto básico del menú.

En Israel este era uno de los alimnet5o preferidos del Venerable Maestro Jesús. "Castañas asadas, pan y miel de abejas"

Según las minuciosas investigaciones experimentadas de Isola, la alimentación a base de castañas ejerce una acción favorable sobre el crecimiento, con aumento de peso y de velocidad de desarrollo, sobre la calcificación de los huesos en el sentido de un efecto antirraquítico, sobre los cabellos etc.

La castaña cruda y muy seca (pilonga) exige, para su buen aprovechamiento, una meticulosa masticación (para lo cual es preciso tener una buena dentadura) y un magnífico estado funcional del estómago. Exigen una digestión muy laboriosa, sobre todo como hemos dicho las pilongas. Requiere también cierto hábito de comer muy despacio a fin de dar tiempo a que se ensalive bien el almidón que contiene la castaña y pueda actuar eficientemente sobre el la ptialina (fermento de la saliva) y así pueda ser, sin dificultad, digerido y asimilado.

Se recomiendan las castañas asadas, o cocidas, porque se digieren mucho mejor que en la forma antes mencionada. La castaña cocida es más tolerable en el estómago que la asada. Aún que debemos reconocer que es mucho más rica asada que también se tolera bien.

Las castañas son muy solicitadas en España durante parte del otoño e invierno. Recuerdo mis vivencias en Valencia observar a los castañeras haciendo su entrada en noviembre coincidiendo con el día de los difuntos, el "Tenorio", los buñuelos de viento, y la caída de las hojas. Por toda España tanto en las chicas como en las grandes urbes, <sobre todo en el norte> se sitúan las castañeras en sitios estratégicos desde donde lanzan sus pregones: "£astañas calientes!".

Las vendedoras y vendedores de esta semilla apetitosa son un tanto psicólogas. Acostumbre a colocar sus "tinglados" en las esquinas donde el cruce de los vientos nos hace sentir más vivamente el frio al pasar. Ello invita a comprar el sabroso fruto para contrarrestar el frio del invierno y el e las manos. No en balde las castañas calentitas en el bolsillo fueron el más ancestral sistema de calefacción.

Para asar las castañas se les hace un corte en cada una de ellas. Se pueden asar en el horno, asadera, en una olla vieja de hierro o en las mismas brasas. El fuego conviene que sea suave y las castañas deben removerse cada cierto tempo para que no se quemen.

Las castañas hervidas también son muy agradables y nutritivas; previo corte como al asarlas en cada una de ellas, se hierven con agua, algo de miel o azúcar moreno.

El puré de castañas es muy nutritivo y se prepara de la siguiente manera: Se cuecen las castañas en agua, una vez logrado se pelan y se machacan en un mortero. Reducidas ye en puré, se sirven al natural, o se deshacen en leche hirviendo. Se dejan entibiar, se cuelan y con la adición de algo de miel o unas cucharadas de azúcar moreno se pueden tomar.

También se pueden preparar platos, con la harina de castañas. Esta harina la mezclan muchas veces los italianos con la harina de maíz para formar la polenta. La harina de castañas sirve para preparar caldos de fácil digestión y agradable sabor. Es muy beneficiosa para los convalecientes, niños y viejos.

Como medicamento, es galatógena, aumenta la secreción de leche en las mujeres lactantes. También es ligeramente astringente; se suelen hacer algunos preparados para este fin a base de harina de castaña para la corrección de los estados diarreicos.

RecetarioOtras recetas


Notas

Libros