Confitura: se suelen elaborar a partir de un solo tipo de fruta, utilizando la pulpa o en forma de puré y agua. En este caso, la cantidad mínima de fruta debe ser del 35% para la confitura normal y del 45% para la extra. Normalmente las confituras suelen llevar una mayor cantidad de azúcar que las mermeladas.

• Para 3 envases de 375 g:
• 500 g de albaricoques deshuesados
• 500 g de azúcar
• 125 ml de agua
• 21 almendras peladas (Hablamos de las almendras del propio hueso de los albaricoques)

1. Limpiar los albaricoques con un paño y abrirlos por la mitad, retirando los huesos.
2. Partir algunos huesos y extraer las almendras, que serán agregadas a la confitura.
3. Si se prefiere, los albaricoques se pueden escaldar para quitarles la piel.
4. Se calculan unas 7 almendras por cada envase de 350 g.
5. Azucarar el agua removiendo, y poner al fuego una olla alta.
6. Cocer hasta alcanzar el punto pequeño perlado.
7. Para comprobarlo, mojar los dedos en agua muy fría.
8. Coger un poco de almíbar con el índice y juntar éste con el pulgar.
9. Al separarlos, debe formarse una hebra resistente que no llegue a romperse.
10. Sumergir los albaricoques en el almíbar, y en cuanto se reanude la ebullición, retirarlos con una espumadera e introducirlos en un cuenco.
11. Cocer por segunda vez el almíbar, hasta que alcance de nuevo el punto de pequeño perlado.
12. Incorporar nuevamente la fruta y las almendras en el caldero, y dejarlas cocer 15 minutos después de reanudarse la ebullición.
13. Retirarlas y distribuirlas en los envases.
14. Cocer el almíbar una tercera vez, a punto de bola flojo.
15. Para comprobarlo, introducir una espumadera en el almíbar y ver si cuando se sopla se forman burbujas y se desprenden.
16. Verter en los envases con la fruta y tapar en caliente.
17. Ponerlos boca abajo hasta que se enfríen por completo.
18. Para mayor seguridad, pueden esterilizarse 10 minutos al baño maría.